Fomentar modelos económicos que apunten a la sostenibilidad basado en prácticas responsables con el medio ambiente e involucrando, además, aspectos sociales y de gobernanza, es fundamental para generar un impacto positivo en el mundo en que vivimos y así, construir la la industria financiera del futuro.
En la actualidad, ajustarse a las necesidades del cliente y centrarse en la experiencia de usuario es un desafío para la banca.
No obstante, la implementación de mecanismos sostenibles, conforma el objetivo estratégico de entidades financieras que buscan formar parte de las economías más avanzadas, explica McKinsey.
McKinsey afirma que a finales de 2022, alrededor de 80 países latinoamericanos aumentaron sus flujos de capital en aras de reducir el efecto invernadero.
Sin embargo, al compararse con Europa, América del Norte y partes de Asia-Pacífico, el esfuerzo de nuestra región se considera “lento”.
Es importante adoptar y aplicar políticas sostenibles, porque mitigan riesgos asociados a factores ambientales y sociales y, generan productos y servicios sustentables.
Estos también se convierten en un mecanismo eficiente para alcanzar nuevas oportunidades de mercado.
Además, fortalece una estrategia de negocio inteligente que garanticen ventajas competitivas dentro del nuevo paradigma digital.
Economía verde en crecimiento
Se estima que para 2030, los modelos económicos sostenibles generarán oportunidades económicas valoradas en USD$ 12 billones anuales y casi 400 millones de puestos de trabajo, principalmente en países en desarrollo, según Business Comission citado por BBVA España.
Por otra parte, América Latina podría convertirse en una potencia de sostenibilidad, dada las riquezas en dotaciones y recursos naturales que posee, reseña McKinsey.
Sin embargo, la misma firma advierte que 13 de los 50 países latinoamericanos, forman parte del listado de naciones susceptibles al cambio climático.
McKinsey afirma que las instituciones financieras son clave para satisfacer la demanda, siempre que mejoren su capacidad para gestionar los riesgos asociados con el clima.
Construyendo sostenibilidad desde el onboarding
La digitalización es un elemento clave para la sostenibilidad, porque reduce costos físicos y operativos.
A diferencia de la industria financiera tradicional, donde no existe concientización ni la gestión inteligente de los recursos, aquellas entidades que disponen de innovación tecnológica reducen hasta un 80% la documentación solicitada a sus clientes.
Fapro optimiza el onboarding al reducir la documentación requerida por las instituciones bancarias, potenciando sus capacidades al proporcionarles herramientas tecnológicas avanzadas.
La tecnología financiera permite a los bancos conectarse sin límites a la data y tomar decisiones inteligentes. Esto genera agilidad, sostenibilidad y eficiencia operativa para mejorar la experiencia del cliente.
IA para inversiones sostenibles
La Social Science Research Network (SSRN) en su informe “Inteligencia Artificial y tecnologías fintech para datos y análisis” señala que, el aprovechamiento de la tecnología dentro de los servicios financieros, especialmente en el ámbito de las finanzas sostenibles, tiene el potencial de dirigir recursos financieros hacia empresas con prácticas ambientalmente responsables de manera más eficiente.
Por otro lado, alerta que el acceso a “data bruta”, más que una oportunidad, representa un obstáculo para los inversionistas, sumado a otros desafíos como costos y limitadas capacidades analíticas avanzadas.
En dicha publicación, la SSRN destaca el rol de las tecnologías emergentes que integran la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático para filtrar, extraer y analizar big data de fuentes en línea.
Fapro cambió la gestión de procesos financieros al introducir la IA como estrategia competitiva dentro de sus soluciones inteligentes.
Fapro pasó del modelo prescriptivo al predictivo, potenciando capacidades mediante un machine learning financiero y análisis avanzados.
Estos facilitan los procesos de onbordings, evaluación de riesgo exhaustiva, scorings de producto y cross selling inteligente.
Verticales hacia una mayor competitividad
Adoptar prácticas sostenibles y un modelo de inteligencia financiera, conforma una estrategia efectiva para cumplir con las normativas que surgen con la regulación del ecosistema.
En Chile, la entrada en vigor de la Ley Fintec en 2023 marcó un avance significativo porque, aunque no exige explícitamente a la industria local implementar mecanismos sostenibles, en líneas generales el instrumento apunta a la adopción de nuevas tecnologías para lograr mayor competitividad, inclusión e innovación en la prestación de servicios financieros.
Fapro ha sumado a más de 100 actores del escenario financiero en Chile, que operan de manera segura, sin dejar de cumplir con el instrumento legal.
Esto ocurre gracias a la integración del modelo de inteligencia financiera que además genera valor en el ciclo de vida del cliente a través de 5 verticales.
Los proveedores de servicios en financiamiento, seguros e inversiones que operan con Fapro potencian el cross selling, aceleran cierres y fidelizan cartera.
Además, éstos en promedio logran aumento superior al 15% en los ingresos netos anuales por encima de la competencia.