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Al operar con un proveedor tecnológico certificado en ISO 27001 las instituciones financieras pueden abordar con mayor facilidad las exigencias regulatorias que devienen de la Ley Fintec chilena 21.521, enmarcadas por el cumplimiento de altos estándares de gobierno corporativo y gestión de riesgos, apegándose a las mejores prácticas en Sistemas de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) e inclusión financiera.

En este contexto, Fapro potencia las capacidades tecnológicas de entidades bancarias asegurando calidad y estandarización; además, brinda eficiencia, confianza y credibilidad.

Fapro brinda mayor tranquilidad a los bancos porque pueden enfocarse en su core business, mientras obtienen una asesoría integral que aborda desafíos y brinda ventajas competitivas en todas las etapas del proceso.

Preparación integral ante la CMF

Conforme a la norma internacional ISO 27001, Fapro ha logrado desarrollar un modelo que acompaña a las instituciones financieras y, a su vez, brinda un acceso estratégico al nuevo ecosistema regulatorio ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) Mediante un enfoque integral, Fapro conecta a las entidades con referentes legales que verifican el cumplimiento de las nuevas exigencias legales.

A través de alianzas claves que sostiene con profesionales del sector, Fapro asegura que las entidades están completamente preparadas para cumplir con todos los requisitos regulatorios exigidos.

A través de Fapro, las entidades evalúan su capacidad operacional y nivel de preparación en materia de evaluación de riesgos y gobierno corporativo.

Desarrollo de políticas y mejores prácticas 

Con Fapro, las entidades financieras implementan procedimientos que aseguran una gestión de riesgos que involucran aspectos de ciberseguridad y seguridad de información.

Además, impulsa un gobierno corporativo sólido, permitiéndoles no solo cumplir con los requerimientos emanados por la CMF, sino también fortalecer su estructura interna. Esto promueve una gestión segura, transparente y eficiente.

Asimismo, Fapro evalúa la capacidad operativa de las entidades financieras asegurando que puedan implementar sus planes de negocio sin problemas.

Este proceso incluye la estimación teórica de capacidades y pruebas de esfuerzo. Asimismo, dispone la verificación de documentación administrativa y la realización de pruebas de seguridad alineadas a los altos estándares de la norma ISO 27001.

Consolidación de la ciberseguridad

Al operar con un proveedor certificado como Fapro, los bancos aseguran controles rigurosos para proteger la información confidencial de sus clientes y mantener la integridad de sus sistemas.

La certificación ISO 27001 no solo cumple con normativas y protege datos sensibles, sino que también fomenta una cultura de seguridad.

Por otra parte, se minimizan riesgos de ciberataques y se reduce la brecha de datos. Esto ayuda a fortalecer la reputación de la empresa y generando mayor confianza en clientes y socios comerciales.

En un entorno digital complejo, disponer de soluciones Fapro avaladas por la norma se convierte en un diferenciador competitivo.

La certificación es sinónimo de un compromiso sólido de Fapro con la seguridad de la información, promoviendo que los bancos atraigan un público más amplio y, a su vez, establezcan relaciones comerciales basadas en la confianza y la fiabilidad.

Mayor confianza en el mercado 

Además de estar a la vanguardia de la innovación y contar con una sólida arquitectura orientada a la protección de datos, operar con Fapro asegura el cumplimiento de la Ley Fintec.

Esta normativa ha marcado un hito en la industria, generando nuevas oportunidades y mayores beneficios tanto para los bancos como para los clientes.

Por ello, el foco estratégico de las entidades financieras debe centrarse en fortalecer su credibilidad ante clientes, socios y el mercado financiero en general.

Establecer una relación con un proveedor tecnológico como Fapro, que se rige por la norma ISO 27001, es sinónimo de transparencia y adhesión a mejores prácticas reconocidas internacionalmente.

Estas además, consolidan relaciones comerciales duraderas y confiables en el nuevo paradigma financiero, donde generar valor tangible al usuario es fundamental para alcanzar mejores resultados.