Para 2028 se proyecta que la creación de datos globales crezca 394 zettabytes, es decir, cada zettabytes es un billón de gigabytes lo que refleja un crecimiento exponencial en la materia, según el informe de Statista.
De cumplirse este pronóstico, sin duda, tendrá un impacto significativo en las áreas tecnológicas de cada industria y por ende, en las economías del mundo.
Sin embargo, el informe del State of Data and Analytics realizado en 2024 por la compañía estadounidense Tableau, afirma que líderes empresariales en ese país no estarían aprovechando el uso de los datos. De hecho, más del 94% de los encuestados, cree que deberían obtener más valor de los datos que ya gestionan.
En América Latina la realidad no es muy diferente. McKinsey considera que la región “tuvo un rezago” en la adopción de tecnologías y en la generación de innovación. La situación empeora con la incursión de la Inteligencia Artificial, la cual podría dejarla en una posición de riesgo frente a otros mercados que sí han sabido sacarle partido al uso de la IA.
Pese a la situación económica y geopolítica que se vive en suelo latinoamericano, según la consultora, para que ocurra un cambio positivo todo dependerá de la capacidad que tengan los líderes en integrar las tecnologías existentes y encontrar áreas de oportunidad para obtener mejores resultados.

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Una gestión de datos centralizada
Parte de los desafíos que viven diversas industrias, en especial la financiera, es la gestión de datos eficiente. No basta con acceder a fuentes de datos si las mismas proveen información inexacta o incompleta. La centralización de datos es la vía que garantiza mayor confiabilidad y precisión.
Un proveedor tecnológico que proporcione acceso a múltiples fuentes de datos, oficiales y no convencionales, es el primer paso para eliminar los silos dentro de los flujos que vive al menos la industria financiera, la cual suele manejar grandes volúmenes de data.
Fapro provee, procesa y disponibiliza toda la información que necesitan las empresas financieras, elevando sus estándares internos, gracias a una mayor precisión, seguridad y confiabilidad que contribuye a la toma de decisiones mejor informadas.
Relevancia en métricas de datos
Para la industria financiera el uso estratégico de datos es crucial. Estamos en un momento clave donde las empresas deben priorizar la calidad de los datos y su aplicación en áreas clave para optimizar la toma de decisiones y el rendimiento.
El uso de herramientas inteligentes mejora la calidad y completitud de los datos frente a métodos tradicionales. Esto permite a las empresas enfocarse en una mejor experiencia del cliente al facilitar la personalización de servicios financieros.
Consultoras como Mckinsey, afirman que las financieras que se preocupan por mejorar la experiencia del usuario, logran un crecimiento anual hasta de 84%.
Seguridad y cumplimiento normativo
Si bien el uso de nuevas tecnologías contribuye al crecimiento de las compañías, el cambio debe ir acompañado con la implementación de herramientas que brinden diferenciación en el nuevo ecosistema digital.
Operar a través de una arquitectura tecnológica respaldada en protocolos y mejores prácticas, agiliza el acceso, optimiza la gestión y garantiza la seguridad.
Las empresas que operan con Fapro lo hacen desde el estándar internacional ISO 27001, reduciendo el riesgo asociado a la gestión financiera.
Además, Fapro robustece el compliance brindando mayor agilidad, transparencia y seguridad en los procesos, lo que se traduce en una mayor confianza para clientes y socios.
Fapro se posiciona como un aliado estratégico que impulsa el crecimiento de las empresas, garantizando las exigencias del marco regulatorio local en la actualidad.
Datos como motor de crecimiento
La Inteligencia Artificial cada vez ocupa mayor relevancia entre las industrias del mundo, pero el enfoque estratégico en los datos es fundamental. Alinear el uso de los datos con los objetivos del negocio, es el verdadero punto de partida para conseguir éxito en la industria financiera.
Cuando McKinsey habla de “liberar los datos” está apuntando a la necesidad de contar con una arquitectura tecnológica sólida, donde exista mayor colaboración y transparencia. Asimismo, subraya el rol que tienen los datos para identificar nuevas oportunidades.
En primer lugar, el onboarding digital Fapro automatiza la incorporación de clientes y reduce la tasa de abandono hasta un 70%. También disminuye el riesgo al brindar un conocimiento desde múltiples fuentes de información y prevé cualquier intento de fraude en línea a partir de la analítica avanzada.
Asimismo, precisa patrones de consumo, necesidades y preferencias del cliente para que las instituciones financieras puedan ofrecer productos y servicios personalizados. Además, potencia el cross selling generando mejores resultados, gracias a su modelo que integra tecnología financiera con inteligencia de negocio.