En 2022 se ha hablado mucho de la inclusión financiera, pero en la práctica pocos actores de la industria financiera se han preocupado por orientar su modelo de negocio para cumplir ese objetivo.
En Chile, el mercado financiero impone estrictas exigencias sobre las pequeñas y medianas empresas (Pymes) haciendo que, optar por un crédito, sea mucho más difícil para éstas.
Para las instituciones financieras tradicionales es un hecho que las Pymes no cumplen con los requisitos que las mismas están acostumbradas a solicitar.
Es allí donde radica el gran error de las financieras, al suponer que a las Pymes se le pueden realizar exigencias similares a las de una empresa más grande.
Este escenario se presenta porque las instituciones financieras evaluan riesgos de manera tradicional, sin comprender que una Pyme opera de forma diferente.
Burocracia vs Inclusión
La evaluación de estados financieros es la actividad más común para la institución financiera tradicional a través de ella, se decide o no, otorgar crédito. Este requerimiento es prácticamente una obligación legal cuando se realizan estos trámites.
Sin embargo, lo que no se toma en cuenta es que, tener un estado financiero al día produce altos costos para quien solicita un crédito.
Por ejemplo, para una empresa relativamente nueva, con operación menor a un año, es sumamente costoso obtener un prebalance para optar por financiamiento.
El alto costo del análisis tradicional
Solicitar gran cantidad de documentos a clientes que requieren financiamiento no solamente genera un alto costo para éstos, sino también para la propia institución financiera a nivel operacional.
Por esa razón, es importante que las empresas financieras entiendan que actualmente no se debe solicitar información extensa, lenta y costosa al cliente para realizar un análisis de riesgo rápido y seguro.
Las fintechs que han integrado soluciones inteligentes como Fapro, reducen en 70% la cantidad de documentos solicitados.
Open data, oportunidad para la inclusión financiera
Apostar por un emprendimiento puede generar dudas para una empresa financiera tradicional.
Hay que tener presente que, los solicitantes nuevos tienen escaso o nulo historial financiero en balances auditados, razón por la que muchas veces no son tomadas en cuenta al momento de entregar un crédito.
Sin embargo, al integrar el modelo open data, este mecanismo convierte la inclusión financiera en una realidad.
Básicamente, el mismo provee información financiera clave a un menor costo para que las financieras puedan realizar sus operaciones de forma automatizada.
Reducir el costo es la clave
Cuando una persona o empresa solicita un crédito ante una entidad financiera, se le exige una cantidad de documentación y respaldos, un proceso que puede llevar semanas pérdidas, tanto para el solicitante como para la misma institución financiera.
Las solicitudes que se realizan de forma tradicional se relacionan con el onboarding y esa es allí donde el open data de Fapro marca la diferencia, porque reduce:
- Costo operacional
- Tiempo de respuesta
- Asimetrías de información
Más clientes en menos tiempo
La solución Fapro se ha posicionado en el mercado porque ofrece datos claves y operaciones en línea, reorientando los esfuerzos para que más clientes sean analizados en el menor tiempo posible.
Esto quiere decir que, gracias al open data se obtiene información financiera completa, actualizada y segura en menos de cinco minutos.
En segmentos como el factoring, por ejemplo, Fapro garantiza acceso a información fidedigna logrando que, realicen procesos muchos más rápidos y que ello también signifique un menor costo para el cliente.
Adiós al sujeto no a crédito
Para el mercado financiero tradicional la información que solicitan a clientes en ocasiones no es suficiente para tomar decisiones.
Eso implica que, para un emprendedor con 3 años o menos operando sea más complejo acceder a un crédito.
El valor de Fapro se centra en que las Pymes, que anteriormente eran calificadas por la industria como “sujeto a crédito”, puedan acceder al financiamiento de forma rápida y segura.
De esta manera, Fapro ha sido garante de la inclusión financiera logrando que más de 19 mil empresas en Chile sean vinculadas.
Además, Fapro ha logrado que las financieras transen un capital de 2.500 millones de dólares a la fecha.
En definitiva, la industria financiera debe reconocer que la inclusión provoca un mayor estímulo financiero en la economía de un país.
Max Ortiz | CEO Fapro
Posibilidad de expansión
Actualmente, el open data está marcando la nueva tendencia en el mercado a nivel global al abrir nuevas oportunidades comerciales centradas en la expansión. América Latina centra sus esfuerzos en ese objetivo y Chile se ha destacado por los pasos positivos que da hacia mejores prácticas con datos abiertos.
Inclusión financiera sin riesgos
Muchos actores de la industria le temen a la inclusión financiera, porque creen de forma errónea que ésta representa un riesgo para su modelo de negocio.
Una entidad financiera puede solicitar soportes a sus clientes sobre los activos pero en la actualidad, se siguen cometiendo estafas porque ese tipo de documentos se falsifican fácilmente.
Con la solución Fapro se demuestra que la información financiera en línea permite operaciones más confiables, en comparación a la empresa financiera tradicional.
Para la industria financiera ha llegado el momento de conjugar la inclusión y la aplicación de un modelo financiero inteligente. Si quieres conocer más cómo operar en open data, agenda una cita con Max Ortiz CEO Fapro.
