Es un hecho que la industria bancaria se encuentra en constante evolución, adoptando políticas que fortalecen la resiliencia del sistema financiero.
A su vez, se han enfocado en renovar su infraestructura tecnológica y aplicar estrategias altamente eficientes que les permitan adaptarse a los cambios y superar los desafíos presentes en el nuevo ecosistema digital.
En la era poscovid, la resiliencia financiera se convierte en una realidad impulsada por la demanda de experiencias digitales de los clientes.
La creciente competencia entre fintechs y demás organizaciones también suponen una presión para la banca tradicional a renovar sus plataformas, reseña la consultora McKinsey.
En Chile, la crisis económica provocada por el estallido social y la pandemia de 2020 llevó a la búsqueda de un sistema financiero resiliente. Esto resultó en la publicación de la Ley N° 21.641 en enero pasado para mitigar los impactos económicos y sociales de las crisis anteriores.
Es por esto que la adopción de nuevas tecnologías, traza el camino hacia la modernización bancaria.
Esta transformación avanza hacia la diferenciación competitiva, donde se contempla las necesidades y satisfacción de los usuarios, a partir de la integración tecnológica que permite operar a escala.
Los errores de la transformación digital
Según McKinsey, en la última década solo 30% de los proyectos de transformación de core banking, han logrado una migración completa de todos los registros contables y productos financieros a un nuevo sistema.
Dicho estudio detectó 8 errores globales entre 50 instituciones bancarias que buscaban transformar sus sistemas. Además se detectaron desaciertos asociados al talento humano, procesos y uso incorrecto de la tecnología.
El proceso de transformación “resulta complejo” y, en algunos casos, hay bancos que no comprenden el impacto de sus decisiones para lograr el éxito a través de la digitalización, afirma McKinsey.
En otro artículo menciona que, aunque los bancos tradicionales ofrecen mayor confiabilidad, la adopción de la banca digital, el cloud computing y las API’s están transformando la experiencia del cliente, aportando mayor agilidad y eficiencia gracias a arquitecturas tecnológicas avanzadas.
Por esto hay entidades que ya están explorando sistemas innovadores, como arquitecturas de microservicios basadas en la nube y comunicación a través de API’s, siendo un foco estratégico basado en la agilidad, reducción de costos y la automatización del core banking.
Beneficios de la disrupción
En 2022 McKinsey señaló que la resiliencia concierne a todos los sectores de la sociedad.
Es así como las organizaciones buscan adoptar posturas estratégicas, donde la disrupción permite aprender y rectificar continuamente en lugar de solo reaccionar ante ella.
La consultora también destacó un estudio sobre 1.500 empresas durante la crisis financiera de 2009, que reveló que el 20% en cada sector emergieron de la recesión ligeramente por delante del resto.
Estas empresas transformaron esa pequeña ventaja en un rendimiento significativamente superior al de sus pares durante la siguiente década.
Un hecho similar se vivió durante la pandemia por COVID-19, donde las empresas resilientes superaron a sus pares.
Estas «resilientes» generaron un 10% más de rendimiento total para los accionistas entre el cuarto trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2020, reseña la firma internacional.
Importancia del scoring en el core banking
La integración de soluciones que optimiza el scoring crediticio en el core banking es esencial para evaluar solvencia y capacidad de pago de los clientes de manera precisa y eficiente.
Conocer sin límites aspectos como los patrones de consumo, tendencias y preferencias del consumidor son fundamentales para determinar el riesgo y prevenir cualquier posible fraude.
Implementar modelos avanzados de scoring, junto a la automatización y uso de IA, mejora las capacidades del banco para:
- Tomar decisiones informadas
- Gestionar el riesgo
- Ofrecer una mejor experiencia al usuario
La nube revoluciona los servicios financieros
En el mencionado informe, la consultora internacional destaca la capacidad de respuesta activa que deben tener los sectores para hacer frente a una eventual crisis. No obstante, los cambios y dificultades se han convertido en un factor elemental para el crecimiento de la economía digital.
El confinamiento fue uno de los episodios clave para que el cloud computing y la banca digital tuviesen mayor aceptación.
El Foro Económico Mundial en su informe “The dark side of digitalization – and how to fix it”, menciona que en la actualidad, la economía digital representa el 15% del PIB mundial y podría aumentar al 26% para 2040.
Operar con proveedores tecnológicos permite a la banca tradicional:
- Adaptarse a los cambios del ecosistema digital
- Superar los desafíos presentes
- Responder a las demandas de los clientes es clave ante el nuevo paradigma
Fapro emerge como un aliado estratégico que robustece y escala los sistemas de core banking, a través de la nube desde la implementación de soluciones tecnológicas innovadoras.
Estas a su vez potencian las capacidades relacionadas al onboarding y promueven nuevas oportunidades comerciales en línea.
Integra Fapro y fortalece el core banking mediante la modernización de la arquitectura tecnológica.
La misma, ha sido avalada por Amazon Web Services (AWS) y reconocida oficialmente por la firma internacional Det Norske Veritas (DNV) , experiencia del cliente superior, análitica avanzada, reducción de costos y cumplimiento normativo.